Inmigración Posterior: A lo largo de los siglos XIX y XX, Australia experimentó una gran ola de inmigración procedente de diversas partes del mundo, incluyendo Europa, Asia y el Medio Oriente. Cada grupo étnico trajo consigo sus propias tradiciones culinarias, enriqueciendo aún más la diversidad gastronómica del país. Por ejemplo, los italianos introdujeron la pasta y el café; los griegos, el yogur y los cítricos; los chinos, el arroz y los fideos; y los libaneses, el falafel y el kebab.
Fusión y Evolución: La fusión de todas estas influencias culinarias ha dado lugar a una cocina australiana moderna y diversa. Hoy en día, se pueden encontrar una amplia variedad de platos y estilos de cocina en Australia, desde platos tradicionales como el “meat pie” y el “lamington” hasta opciones más contemporáneas como la cocina de fusión asiática o la gastronomía moderna australiana que destaca ingredientes locales frescos y técnicas innovadoras.
Productos Locales: Australia es conocida por sus productos alimenticios únicos y de alta calidad, como la carne de canguro, las ostras de Tasmania, las trufas de Tasmania, el aceite de macadamia y una variedad de frutas tropicales y exóticas. Estos ingredientes se han convertido en parte integral de la cocina australiana y son valorados tanto a nivel nacional como internacional.
En resumen, la historia de la comida de Australia es un viaje culinario que refleja la riqueza de su diversidad cultural, desde las tradiciones indígenas hasta las influencias europeas y las contribuciones de las numerosas comunidades inmigrantes que han llamado a Australia su hogar a lo largo de los siglos.